Marzo llegó como un tsunami en el que nos tocó hacer pausa obligatoria y reinventarnos, cuestionar nuestro accionar y mejorarlo.
Junio llegó con la semilla de un proyecto que nos tenía motivados desde hace algún tiempo y que, por vivir en una isla, nos hizo replantear el origen de los alimentos que consumimos, la gran mayoría de ellos traídos desde el continente anteriormente. Con nuestra iniciativa del huerto orgánico, no solo buscamos aumentar los niveles de sostenibilidad, vamos más allá, queremos lograr dar relevancia al producto local y proporcionar en cada alimento que ofrecemos en el desayuno, un sabor puro con la mayor calidad.
Acorde con la filosofía “Slow Food”, es decir, comer alimentos km 0 y estacionales, contrarrestando la desaparición de las tradiciones alimentarias locales y familiares. Además, de todos los beneficios que tiene para la salud, la creación de estos espacios ayuda a reducir la huella de carbono.
Actualmente, recolectamos productos como tomates cherries, pimientos, kale, albahacas, perejil, lechugas, higos y plantas aromáticas que varían según la época.
Te invitamos a probar los frutos de nuestro huerto con productos sanos y con sabor